sábado, 24 de agosto de 2013

Historia 11


Escribiendo en la noche me asalta una duda de repente, ¿estaré solo realmente? No lo creo, pues un chasquido de una rama al romperse se oye.
Luces de colores surgen sin previo aviso, pequeños rayos intensos iluminan el escenario donde encuentro diversas cosas: árboles en frondosos bosques, casas juntas formando cuidades llenas de vida, caminos y ríos por los que los animales siguen su rutina habitual.
Las luces siguen con sus pequeñas ráfagas de colores.
Surge en la lejanía la música que un día enamoró mi corazón y cuya melodía aún recuerdo, en mi mente, grabada a fuego.
Y, en un movimiento involuntario, animado quizás por la melancolía o por el simple hecho de que me la sabía, empezé a cantarla. Entonces, aparecistes tú, con la sonrisa pintada en tu cara, una sonrisa que nunca se olvida. Tu pelo negro y marrones ojos hacen alzar el vuelo a todo mi ser y un escalofrío recorre toda mi columna vertebral haciéndola retroceder ante todo movimiento, sigo elevándome hacia el cielo y poco a poco voy dándome cuenta de lo poco que soy, de lo pequeño que soy y de lo grande que es el mundo.
Sobre mi piel mojada por la lluvia que hace años comenzó, mi mente realza su ser, mis piernas se elevan y ya hace tiempo que no siento los brazos. En este estado de tranquilidad, todo desaparece, dejando una negrura inquebrantable, un vacío intranquilo. Dentro de mí ya no hay nada más.
Escribiendo en la noche una duda corrompe mi mente, una afirmación resbala por mi corazón y una puñalada ataca a la realidad. Huele a quemado, la temperatura ha subido demasiado y en mi cuerpo el agua se evapora formando gotas de sudor que resbalan sobre mi piel. Estoy sentado mientras la explosión sigue avanzando hacia mi. Conforme el fuego se acerca, el tiempo se ralentiza y mi pensamiento se evade recordando tus palabras, recordándote a ti, con tu cara tan hermosa y sonriente. Si, tu sonrisa, tu sonrisa es maravillosa, tan llena de felicidad, tan llena de cosas vividas.
Hoy llueve, y yo, bajo corriendo las escaleras que me separan de tus brazos de luz para sentir tu cuerpo mojado bajo esta tempestad, bajo esta lluvia en la que poder fundirnos como fuego funde la cera. En la que poder gritar y deshacer los miedos que, escondidos bajo una capa teníamos, una lluvia en la que poder sentir esa vida que deseamos vivir, una lluvia en la que entender la pasión de otra manera y una lluvia en la que el amor ya no es igual. Amor de añoranza, de anhelo y desesperación. Lluvia de amor sobre tu piel helada. Hielo de desolación, hielo que se rompe al volver a verte, al volver a escuchar tu voz.
Desgraciadamente, siempre hay un pero en los corazones de los enamorados, desgraciadamente, tu corazón apenas rozó el mío, ni siquiera mi alma, que, entregada a tu, estuvo una vez. Pero mas hoy, un hombre desterrado por siempre de un amor que jamás olvidaré, soy.
Soy alma desamparda que vaga por la Tierra en busca de tus labios, soy un ser que jamás regresará, pues siempre estará buscando tus brazos de luz, buscaré tu personalidad, mas parece que la has perdido.
Siempre supistes que tu corazón no estaba conmigo, a pesar de que me lo repetías muy convencida, yo soñaba con ser tu Dios, con ser tu guardián de por vida, pero ahora sé que solo eres un ser sin compasión y sin nada, solo vacía.
Sé también, que llenas ese vacío con la felicidad y el bienestar de los demás, te preocupa solamente lo que te rodea, solo aceptas el papel que recubre al caramelo, no te importa si es de fresa, limón o naranja, solo fijas tus ojos oscuros en la fachada, no miras más allá de ti, no eres egoísta.
Los caminos se desvanecen en mi interior y con ellos los colores fulgurantes que me haces crear en este mundo tan extraordinario y hermoso.
Ya no hay árboles, ni pájaros, no llueve, ni hay eplosión de fuego, solo existe el vacîo oscuro que has creado en mi corazón. Solo existe la negrura. de una noche helada, donde estoy solo, muerto de frío y miedo. Estoy solo en esta habitación, en la esquina oeste, desnudo de todo sentimiento con el corazón encogido y la respiración entrecortada. Mis pulmones no aguantarán más. Mi corazón está escondido. Mi valor ha desaparecido. Mi coraje se lo ha llevado el viento. Y mi energía la he regalado, mas no la necesitaba.
Puedes incluso complicar su respiración, sí, pero complicar una respiración sin haber complicado sus latidos del corazón o sin haber probadp su mente no es nada sencillo, es más, podrías deleitarte con su complejidad y sin embargo no comprender absolutamente nada. Con todo ello quiero decie que siempre supistes que tu corazón no estaba conmigo, sino que eras un ser sin compasión, solo un ser con alma. Pensar que tú, eres la melodía que acompaña siempre a mi ser y lo cuida abrazándolo tiernamente. Pensar que eres la única que ocupa mi corazón, un corazón de un hombre desamparado y sin cobijo en un lluvioso día de otoño. Y pensar que entregastes tu alma al único hombre que correspondía a tu amor. Y pensar que cuando menos se lo esperaba, le arrancastes la poca fe que ese amor profesaba. El hombre desterrado por siempre de un amor que jamás olvidaría se deshizo de su alma y la puso donde desde el principio debió de estar, junto a ti.

viernes, 9 de agosto de 2013

Arañas y presas.

-Si atrapada quedas, tranquila, las arañas solo acuden a las vibraciones que sus presas producen.
-¿Y si me gusta la araña?
-En ese caso, no dudes en moverte.

Historia 10


Salto y asciendo. Desde una tímida altura, salto con todas mis fuerzas, alzo las manos y las junto extendiéndolas lo máximo posible, mis piernas se tensan junto con los músculos de mi cuerpo, la expresión seria de mi cara, refleja máxima concentración. Cojo aire cuando estoy en suspensión, hincho mis pulmones al máximo consiguiendo energía para mis músculos.
Sin previo aviso, caigo, inclino mi dorso, la cabeza besa el pecho y las manos bailan entre sí al pulso del corazón. Ahora todo está al revés, veo desde el suelo, el techo y mis pies tocan el cielo erguidos perfectamente, pero el deseo de tocar las nubes no llega y mis piernas caen y caen.
Un tenue contraste de temperatura sobrecoge mi cuerpo cálido, el frío líquido al que he caido me hace recordar la muerte, que cercana está. Me hundo como piedra en el agua, me hundo por la energía que he perdido al impactar sobre este manto llamativo. Gotas que retan a la gravedad se intercambian por mi cuerpo que hundiéndose está, gran chapoteo de agua moja mi piel hidratándola como un desierto se inunda.
Mis pies han pasado al manto. Ahora solo queda una estela que poco a poco de calma en la superficie y que se aleja como mi vida, que, aún, cercana a la muerte, lucha por vivir.
Desde mi nariz, consigo dejar escapar grandes cuidades de aire que, rápidamente se burlan de mi y ascienden, para salvarse, aunque no saben que su salvación, es su perdición.
Mi mente, atormentada, decide hacer de mí un siervo y apura el poco aire que en mis pulmones queda. Me hace dibujar ondulaciones, bien descritas por el agua, como un delfín que seré. Imagino que soy libre en el mar. Un fuerte respingo me hace saber que aún sigo ondulando en el agua y que pronto mi vida llegará a su fin, este es el momento en el que el corazón supera con creces a la razón, que de una puñalada lo ataca, cosa que le da tiempo para escapar. Tomo el control de mi mismo y, desde una profundidad incalculable, asciendo mi cuerpo hundido por el agua, asciendo mi cuerpo por esta nueva dimensión que me ofrece la muerte.
Desde arriba, nadie sospecha que un cuerpo se muere, desde arriba, todos confían en que saldrá adelante sin necesidad de ayuda, pero yo, me quedo sin aire, confundo la realidad, mis sentidos se distorsionan. Sigo ascendiendo sin demasiadas fuerzas, recuerdo todo lo que he hecho e imagino lo que me queda por hacer.
Con ese pensamiento en el corazón, vuelvo a dar otra puñalada en el costado a la razón y me impulso hacia arriba.
Una montaña crece en el agua. Es mi cabeza que resurge de las profundidades, que desea tocar el cielo, desea vivir. El chapoteo es inmediato y las gotas tienen una nueva oportunidad para retar a la gravedad, que las vence sin demasiada dificultad.
Mi boca se abre como un agujero en la tierr, tan grande que parece que va a explotar, pero en vez de eso, coge las eternidades y los reecuerdos de las ciudades que quisieron salvarse. Mis pulmones vacíos, vuelven a hincharse, con cada nueva mota de energía en el aire, mis múculos resucitan y vuelven a moverse.
La razón se cura, el corazón se arrepiente y la mente une a ambos, que, en paz estarán durante infinidades.
Con el cuerpo tranquilo, la mente despejada y una amistad insoldable, vuelvo a ser yo mismo. Mi cara, antesangustiada, cambia radicalmente a una expresión seria y de confianza en lo que hago.
Con esta nueva faceta, tumbo mi cuerpo en la superficie del agua, noto como se estabiliza sobre él y empiezo a moverlo hacia adelante, con los pies arriba y abajo. Me concentro en no doblar las rodillas y aprovechar toda la extensión de las piernas para lanzar hacia atrás la mayor cantidad de agua posible. Se me tensan los músculos de las piernas dibujadas sobre mi piel desnuda.
Una mano atrás y otra en pleno agarre del agua. Ésta describe una ese por debajo del agua como si lo que hubiera agarrado no lo ha alcanzado y se tuviese que retirar. Llega hasta el muslo de la pierna, donde descarga toda la fuerza acumulada de la impotencia de no haber tocado nada. Al bajar una mano, mi cuerpo de desestabiliza por lo que debo alargar la otra mano, la cual roza con delicada expresión mi costado sin llegar a tocarlo, y, commo mi cabeza está bajo el agua, mi cuello se tuerce, llevando la barbilla al hombro de la mano que sigue describiendo mi silueta. Cojo aire y vuelvo a hundirla bajo el agua.
Este brazo que ha llegado al auge de su extensión, tampoco consigue agarrar nada, por lo que vuelve a su estado original. Conforme el proceso se repite, mi corazón va aumentando su pulso, mis pulmones se llenan cada vez con más deseo y mi cuerpo de se va desgastando poco a poco.
Me siento como si volase por el cielo azul. Siento euforia pura y dura, como si no hubiese más sentimientos en este mundo.
Al fin, una mano toca lo deseado por mi mente, que, no esperaba llegar tan pronto. El impacto sobre el bordillo sobresalta y para en seco mi cuerpo veloz. Al parar, noto como el corazón se desboca por tantos sentimientos notados en un proceso de un instante.
Poco a poco recupero mi cordura. Vuelvo a ser yo. Cierro los ojos y una respiración profunda calma mi ser por completo.
Y ahora, pregunto a todo mi expectante público que hoy está aquí escuchándome, ¿han nadado alguna vez?

Historia 5


Me encuentro en la esquina oeste de mi habitación, agachada y de cuclillas, protegiendome de mi misma con los brazos que sobresalen de mi cuerpo.
Soy la desnudez personificada.
Hace frío, es media tarde y precisamente no llego demasiado temprano. Aunque halla luz fuera, no veo nada, solo oscuridad.
No se que ponerme hoy, si me pongo felicidad, creeran que soy una falsa y mentirosa que sonrie porque si. Si me pruebo la tristeza, la gente que me quiere me atosigarán a preguntas y eso no lo quiero; si opto por la euforia, aunque me lo pase en grnade, las personas me odiarán y creeran que soy una pesada.
Sigue haciendo frío en mi cuarto de soledad y oscuridad. Miro mi armario con un montón de vestidos bonitos dentro.
Sin embarg, no se que hacer, lo he probado todo, nada me gusta. Todo cuanto hay me parece falso e indiferente y nose a qué pedirle consejo. Él ya está muerto en el olvido al igual que ella, el libro lo quemaron en cuanto pudieron pues supieron que nadie debía leerlo.
Entonces es cuando te conozco, que te miro y me sonries. Yo no puedo darte me sonrisa pues hace mucho saltó de mis labios para perderse en las penumbras resguardandose del peligro que suponia.
Me fijo en tu traje mientras vas acercándote a mi, yo no llevo nada puesto, voy desnuda con la piel inflamada y el corazon encongido sobre mi pecho.
Despues, simplemente te disculpo por pasar junto a mi.
Lloro en silencioy mi caida hacia la oscuridad del fondo del pozo se acelera cada vez mas y mas, intento gritar pero de mis cuerdas vocales ya no sale nada, estoy afonica y a falta de oxigeno.
Noto como me axifisio poco a poco, mi garganta está aprisionada, mis arterias taponadas, me pitan los oidos, a mi cerebro ya no le llega la sangre necesaria para hacer su correcto funcionamiento y caigo.
Alli, desnuda con la piel inflamada, axfisiada por la presión que siento y con el sentimiento de no tenerte a mi lado, pierdo el conocimiento, resbalo y caigo.
Lo ultimo que recuerdo eran voces dicienso mi nombrey personasen derredor mía. Esas voces procedían de tu garganta y eso me animó a seguir hacia adelante. Me cogistes en brazos y enseguida noté tu extraordianria fuerza de voluntad, noté tu calor corporal y aunque vestias, sabía que eras tú.
M e llevastes hasta tu corazón y me arropastes con tu valor y confianza, traje que nunca tuve porque no tuve el coraje suficiente como para comprarlo cuando es gratis.
Dijistes, esta eres tú y vi reflejada en un espejo a una muchacha que era yo. Me desarropé de tu valor y caí más en el pozo.
Me abrazastes fuerte, no me soltastes hasta que yo no caí en la cuenta de que el pozo no podía darme más profundidad, comprendí pues que todo tiene un límite que no puede ser sobrepasado.
Empezé pues a escalar hacia arriba de forma apresurada, mientras tú estabas detrás mía, que cuando yo caía, allí estabas tú para darme la mano de nuevo y subirme para seguir hacia adelante.
Un día inesperado, simplemente llegué a la cima, llegué confusa y con ganas de gritar, saltar y reir.
Estaba todo allí fuera, menos tú que sentado en un banco te encontré muy alegre. Grite como nunca había gritado antes, sonreí como si se fuera a acabar el mundo ese mismo día.
Sentí el valor que me distes una vez, pero esta vez fue mío y no tuyo. Este es el primer milagro.
Fui hacia a ti y te abrazé con todas mis ganas, fue el segundo milagro.
El calor que hacía me descongeló el corazón, que volvió a latir como nunca y con ello mis pulmones se llenaron de aire limpio y sin contaminación.
Nunca olvidaré ese día, que, estando abrazados junto al mar, me dijistes una frase que siempre recordaré, que nunca caerá en el olvido y que nunca saldrá de mi corazón.
Una frase de dos palabras que seguro recordarás y que solo nosotros somos capaces de entender, una frase perfecta y llena de sentimiento.
Tú sabes muy bien de lo que hablo.
A nuestras espaldas, el infierno se hace resplandeciente, a la derecha los árboles cantan alegres porque la vida sigue, a la izquierda las gaviotas van y vienen con comida para sus hijos, en frente nuestra, el mar se arremolina sobre nuestros pies dejando una singular huella, y, en el centro de todo esto, nosotros abrazados hasta el fin de nuestros días.

HIstoria 1



Oscuridad, vacío, frío, negro. Estoy solo, en un lugar, que dezconozco.
Oigo voces, pero, una por encima de otra, me grita y me susurra a la vez. Por más que agudizo el oído, no consigo distinguir qué dice.
Suena música, como un carrillón en lo alto del cielo. Me atrae, pero no lo encuentro , escucho y me embriaga el sonido más y más.
De repente, como una orquesta sinfónica acorde con el pulso, aparecen caminos de tierra, pequeños charcos, árboles con hojas verdes muy transparentes, lagos, ríos, montañas a lo lejos, pájaros, ardillas, en fin el típico paisaje de todo sueño.
Adimirando este paisaje, tan embriagador y fantástico, todo se vuelve música, con todas sus notas y acordes, pentagramas que vienen y van, todo, música, menos tú, que, sentada en un banco, te distingo claramente. Reluces a la luz de la música, palpitas como palpita el pulso de la melodía.Reluces.
Tus marrones ojos, tu pelo al viento, hermosa como siempre, tan guapa, tan feliz y llena de vida. Te observo, intento llegar a ti, pero me doy cuenta de que, cuanto más me acerco a ti, más lejos estoy de alcanzarte.
Una nota musical se acerca a ti, tú le abrazas, él te besa, le devuelves el beso.
Triste es mi pesar, oscuro, veo todo negro, dónde estoy, me pregunto, oscuridad, vacío, frío, negro, donde estoy, sigo preguntando. La voz contesta con un susurro apenas audible, me grita, me habla.
Tu imagen me deslumbra y no veo nada.
Estás en el fondo de mi corazón. Donde todo es música, donde todo tiene su porqué y tiene sentido contigo dentro, pero, si no estás, no hay nada, solo oscuridad.
Vacío, frío y tristeza, dónde estoy. Pregunto y no encuentro respuesta.
En el fondo de mi corazón.
Te busco y no te encuentro, me encuentras pero no me buscas, qué triste paradoja.
No tiene sentido alguno, que ame y no sea correspondido, pero no puedo olvidar tus abrazos, tus besos, que me satisfacen, tus palabras, tus susurros. tu amor.
Te amo y no te das cuenta, te quiero y por más que te lo digo, no dices nada, absolutamente nada. Pensando en ti, como ahora pienso.
Desvanecedor paisaje, dueño de mis pensamientos y sentimientos, no te vayas todavía, no te vayas aún, quédate conmigo y con ella, házla venir a mi.
Extraño es este sentimiento que me rodea y que la agarra. Extraño es lo que observo de ti, lo que creo de ti.
Sueño desolador, que al final terminas como quieres, por una vez, acaba bien y haz realidad mis deseos y anhelos, déjame, por una vez, besarla,, por última vez, abrazarla, después, moriré y me uniré a ti, seré parte del sueño. No despertaré más. Si ella me buscase, no me encontraría, pero yo la encontraré sin buscarla. Sabe dónde estaré, sabe que allí entaré, en el corazón de un sueño, en el fonde de su corazón, en el fondo del mío.
Miedo, miedo de perderte, miedo de que si mueres, no seré el mismo, tendré miedo, lo tendré, si no estás junto a mi. No tengo un hombro al que llorar, y, si lo tuviera, no podría llorar.
Mis lágrimas se han ido para no volver más, dicen que volverán si lo haces tú, al igual que mi sonrisa.
Sentimientos, que afloran en mi pecho, sentimientos de amor, pasión, añoranza y de anhelo.
Quiero ir allá, donde el sol nunca se pone, donde la luna sea grande, hermosa y luminosa, que nos ilumine a los dos y que nuestras sombras sean una. Sean sinuosas siluetas marcadas en el suelo.
Me faltas. Frío. Vacío. Oscuro. El sueño se desvanece, como una nube se evapora. Abro los ojos, llorosos son, no puedo abrir mi corazón, porque tú me lo has cerrado.
Oscuridad, frío, vacío, negro, dónde estoy.
En el fondo de mi corazón, me susurra la voz.
Estoy perdido, no se a dónde ir, todo es muy confuso. Vuelvo a soñar.
Pero algo cambia en este nuevo sueño, es diferente, aunque todo está tal y como lo dejé. Está todo, menos tú, no estás donde te encontré. Búsqueda inútil de resultados inútiles.
Tú, eres la que ocupa mi mente, ocupas mis sueños, mis sentimientos.
De mis labios, amor decir quieres, pero aún no he tenido la ocasión de decirtelo porque, no me has dejado tiempo suficiente, para pensar en cómo.
Terminaré este relato, nosé cuándo ni cómo, solo sé que tú, leído este sueño has.
Es delirio mío, lo que ha pasado.
Como chispas rojas de fuego, tu recuerdo marcado en mi mente, da vueltas, como una noria imparable.
Sueño ensordecedor.
Sueño desolador.
Oscuridad.
Negro.
Vacío.
Frío.
Silencio. Silencio. Silencio.