miércoles, 19 de marzo de 2014

Poema 10 (Falta el título)

Hoy, lectores, empezaré hablando de una historia que se manifiesta
de una manera críptica ante el asombrado semblante, del que
mi alma padece desde la mañana, bañada de luz plateada
colindante o radiante, me hace comenzar el día [ojepse la emodnàrim]
con gran dicha e incertidumbre, pues nunca sabía si al amanecer,
los ojos que, el espejo reflejaba, eran los míos o
eran los de tu madre. ¡Apúrense! ¡Versos siguientes! ¡No tiempo ha!

Pues bien, cuando el tiempo acabó tornándose negativo, resultó que la historia
de la que mi corazón era prisionero, abundaba un olor
a bruma negra: Pruden había sido devorado por un monstruo somnoliento
que recién levantado se tambaleaba dubitativo de se debía comerse a otro o no. Mas
el rugido de su estómago denotaba una digestión poco
satisfecha, por eso rumiaba y "¡ñlac! ¡ñlac!", recordaba y más "¡ñlac! ¡ñlac!".
En aquel momento lo descubrió: quería más. Solo había un problema, el hecho de
salivar indicaba que el gigante más hambre tenía.

Mira, este poema, lírica, se nos desbordó, ni aún este puto despertó.
Hecho que parecía imposible en un universo sin tiempo, pero Carlos se empeñaba en
soñar y soñar, mas, a las siete de la tarde su mente...

Este tema no me gusta... Verso libre.
Buee, dejemos a Carlis terminar... Y, entonces, si motivo aparente, Carlis
terminó.

martes, 18 de marzo de 2014

Poema 9 (Considerando imaginación para ver destino)

Como todo principio empieza, empezaré abriendo mi mente a
cosas que tal vez no existieron, pero que mi poder de creación
tomaron en consideración a la hora de mi destino
que indemne e impertérrito espera el momento, que pacientemente
en el lugar, aguarda la llegada de su materialista
pero a la vez agradable y esperada noche que simboliza
al personaje doble que una vez fue un
niño imaginativo con las esperanzas propias de la edad (meh)

Mas esa edad, con esa visión, con una imaginación
capaz de alterar la realidad, pues ¿qué es la realidad sino lo que creemos creer? Sentía
su corazón arder en unas llamas que cada vez más altas
acababan alcanzando su pequeño mundo que regía su porvenir. Inocente de él al creer
que su futuro escrito, estaba ya en su poder. Sus manos sujetaban
la inerte consideración que su mente había matado por conveniencia. Pobre
ave fénix que murió por la culpa de ESE niño imaginativo y
aunque trataba de revivir de sus cenizas, no podía. Así que frustrado reflexionaba
sobre ese destino que en su imaginación flotaba como
un pez muerto igual que el destino, que nunca llegó.

lunes, 10 de marzo de 2014

Poema 8 (Inexorable, incongruente y el consentido)

En esta soledad acompañada, que vagamente crece,
hundido en el más frío día donde el Sol calienta,
mas la sonrisa perdida en aquel rostro sin cara
no solo era triste sino que además sus labios despegados
infundían un miedo, estremeciendo hasta el más valiente
hombre que, atemorizado, valientemente desenvaina
lo que un día fuera la más increíble muestra de gratitud
y altitud de una espada que rendiría homenaje a
su caído hermano de sangre. Pero centrándose en el presente, descubrió
el lugar donde esta soledad vagamente crece.

Cuando todo el sentido es concentrado en una masa amorfa,
el conocimiento llega al nivel del mar, agua de mar, emergiendo
cual pez que se muere ahogado por sus lágrimas desdeñosas,
lágrimas que el mar crean, pez que muere, viento que lleva
"sinsentidos" transportados por la corriente creada por el aleteo de una mariposa
que vuela hacia la inexorable luz de la Luna llena, pero
descubrió que alguien la había vaciado de toda esperanza y color,
Luna vacía consentida a la que dicha mariposa llegaba
dubitativa de si obtendría el consentimiento de la Luna consentida.
Sentido, consentido, inexorable, de una masa amorfa que crece.

domingo, 9 de marzo de 2014

Poema 7 (Menos esperanzas para mas vivir)

Yo, alumno de filosofía , estando en dicha clase
atendiendo escucho atónito el hermoso contenido que
por los labios de la profesora salían. Dichas frases,
suaves como brisas, a veces oscuras como "pirónamos", venían a decir
que la mayor filosofía que podemos aprender era de lógica pura. Lógica que,
aplastantemente ablandaba nuestras susceptibles voluntades de forma
voluptuosa que en las mentes estudiantiles crean una
alarmante preocupación por el oro del vivir.

Mas esta clase, aburrida y monótona, en la que la profesora gritaba y sus pelos
curtidos como las manos del mas leal trabajador, dejaban una (Ah!..) estela
en el aire, que mis ojos observaban con la nitidez
propia del pensador con la mirada mas inconclusa
que la profesora podía en su semblante poner,
fue entonces cuando me di cuenta: dejé de ser un niño.

Mi niñez, atrás dejada, hacía florecer en mi pecho
una sensación ardiente similar a la clatina en
la que yo creía ciegamente. De repente, algo me despertó de
aquel vivir menor con una gran esperanza.