sábado, 7 de marzo de 2015

Escapes

Los sentimientos que poseemos, hacen de nuestros cuerpos cada día, un lugar más infeliz, más extraño y mentiroso, somos como dos gotas de agua que recorren y recorren cada pequeño lugar de esta mi tierra peligrosa. Todos somos los culpables de levantarnos cada día con ese vacío en los corazones más llenos que poseen las almas nuestras.
Cada día que pasa, cada minuto que absorbe mi corazón, es la hora de lavar la mente, centrifugarla y revolcarla de nuevo en la cabeza de otro cuerpo tan raro como el mío.
La música amansa las fieras, o eso dicen, o eso dicen, dicen eso cada minuto y minuto de nuestras penosas vidas, llenando nuestros corazones de esperanzas e ilusiones, pero en el fondo no es más que una tapadera que se cierra herméticamente para no dejar escapar la mierda que acumulamos cada minuto segundo de nuestras vidas.
No hay luz, no hay oscuridad, no hay vacío, no hay esperanzas, sólo una inmensa nada que recorre nuestras venas de sangre y terror, no somos más que invención de alguien muy desesperado y muy poco compasivo.
Todos locos, como de costumbre, nada cambia, nada sucede, nada esperamos.
Yo espero ese desmayo perfecto que me sacuda y me lleve lejos de aquí.
Tan egoístas que somos, tan poco fuertes, tan débiles y tan mentirosos.
En el lugar perfecto te esperaré siempre amor.